Cultivo tradicional en suelo vs Hidroponía.
Los cultivos convencionales son la forma tradicional de agricultura en la que existe un suelo cultivable que se trabaja y en el que se planta par obtener los diferentes tipos de cosechas y siempre va a depender de un suelo adecuado para el tipo de cultivos que se quieren trabajar en él.
La hidroponía se presenta como una solución eficaz para luchar contra el cambio climático gracias al aprovechamiento del agua sobrante del riego, que mediante su recirculación, conseguimos reutilizarla como medida de riego. La elección entre el cultivo tradicional en suelo y la hidroponía depende de una serie de factores, incluyendo las condiciones locales, los recursos disponibles y los objetivos del cultivo.
En este articulo presentamos una comparativa entre ambos métodos detallando algunas características de los mismos:
1. Uso del agua:
– Cultivo en suelo: El agua se pierde por evaporación y drenaje, y solo una parte llega a las raíces de las plantas. El riego puede ser menos eficiente y requiere una cantidad significativa de agua.
– Hidroponía: La recirculación del agua permite un uso eficiente del recurso. Se necesita menos agua en general ya que se proporciona directamente a las raíces de las plantas, minimizando las pérdidas por evaporación y drenaje.
2. Control de nutrientes:
– Cultivo en suelo: En el cultivo tradicional en suelo agrícola, el control de los nutrientes se realiza principalmente a través de la aplicación de fertilizantes y prácticas de manejo del suelo.Se basa en el análisis del suelo, la fertilización adecuada, el riego y el monitoreo continuo. Estas medidas ayudan a mantener la fertilidad del suelo y a garantizar un suministro adecuado de nutrientes para el crecimiento saludable de las plantas.
– Hidroponía: Las nutrientes se suministran directamente a las raíces en forma de solución acuosa o mediante el uso de sustratos como la fibra de coco que favorece el vigor de las raíces y es capaz de retener altos niveles de humedad sin llegar a saturarse, drenando los excesos y manteniendo una adecuada relación aire-agua. . Esto permite un control preciso de la composición y concentración de los nutrientes, optimizando la absorción por parte de las plantas.
3. Espacio y densidad de cultivo:
– Cultivo en suelo: Requiere espacio horizontal considerable y puede ser limitado por la disponibilidad de tierras agrícolas. La densidad de cultivo está limitada por la competencia por los recursos entre las plantas.
– Hidroponía: Puede aprovechar el espacio de manera más eficiente, permitiendo cultivos verticales, en invernaderos o en interiores. La densidad de cultivo puede ser mayor debido a la eliminación de la competencia por los nutrientes y el espacio.
4. Control ambiental:
– Cultivo en suelo: Las condiciones ambientales pueden variar y están sujetas a factores externos como el clima y la estacionalidad. La protección contra plagas y enfermedades puede ser más desafiante.
– Hidroponía: Permite un control preciso de las condiciones ambientales como la temperatura, la humedad y la luz. Los sistemas cerrados reducen los riesgos de plagas y enfermedades, proporcionando un entorno más estable y predecible para el crecimiento de las plantas.
5. Uso de químicos y pesticidas:
– Cultivo en suelo: Puede requerir el uso frecuente de pesticidas y herbicidas para controlar plagas y malezas, lo que puede tener impactos negativos en la salud y el medio ambiente.
– Hidroponía: Al ser un entorno controlado y estéril, la necesidad de pesticidas y herbicidas se reduce significativamente, lo que resulta en alimentos más limpios y seguros.
En conclusión, tanto el cultivo tradicional en suelo como la hidroponía tienen sus propias ventajas y desventajas. La elección entre ambos métodos dependerá de las condiciones específicas del entorno, los recursos disponibles y el tipo de cultivo. Sin embargo, la hidroponía destaca por su eficiencia en el uso del agua, el control preciso de nutrientes y condiciones ambientales, y la reducción de la dependencia de químicos para desinfección, lo que la convierte en una opción cada vez más atractiva para la agricultura moderna.
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